El éxtasis del sol, el suave calor de los rayos en el cenit sobre la piel... El maestro perfumista Fabrice Pellegrin combina los placeres de un baño de sol. La esencia natural de Neroli con sus virtudes relajantes ilumina la composición con sus notas florales y luminosas. Luego es el turno de los aromas melosos y lácteos de Orange Blossom para recrear a la perfección la sensación de una piel dorada. Immortelle, la flor de las dunas, añade una nota arenosa, seca y potente para completar la composición. La ilusión es perfecta.